Hace mucho tiempo (en 1977) en un lejano y gringo país, George
Lucas presentaba Star Wars, su opera prima,
basada en Flash Gordon y las antiguas películas de Akira Kurosawa ante salas repletas,
anonadados por la novedosa propuesta que exhibía.
Llena de momentos épicos, batallas espaciales, remembranzas
las antiguas peleas de caballeros artúricos, con brujos, soldados, princesas y un enemigo por antonomasia, se convirtió automáticamente en un clásico con
miles de seguidores.
Lamentablemente, el tiempo (y la avaricia de su creador)
fueron desdibujando el que fuera un espectáculo hecho para divertí, y lo
terminaron convirtiendo en un negocio descarado, cosa que podemos ver con mas claridad si observamos la reciente versión 3D de “La amenaza fantasma”,
donde sin mayores cambios visuales (a excepción de la carrera con podracers)
vuelve a mostrar parafernalia sin sentido, sólo para permanecer vigente en las estanterías de juguetes, y conseguir
aun mas adeptos.
Motivos para amar esta saga son muchos, pero para odiarlos
ya son demasiados. Es por ello que he hecho el siguiente listado
de cosas que hacen que la saga haya caído
del podio de mis favoritas a una mediocre:
